domingo, 9 de mayo de 2010

La esencia del amor

En el camino tortuoso hacia ti, la brisa envolvente y cálida me recuerda tus abrazos, comprendo como consecuencia, que me dirijo hacia tu efigie y me encauzo a conformarme con la suavidad de el mármol pulido en remplazo de una caricia de tu suave piel . Un beso a tu mejillas se reduce a el roce de mis labios con las rosas que sostengo en mis manos. Me arrodillo en la tierra húmeda para sentirme mas cerca de ti y mi mente se transporta a los ratos de juego en el jardín. Me percato de Leer una y otra vez las letras que inmortalizan tu nombre, como si estas te invocaran y te devolvieran a mi. Pero entonces veo a mi alrededor unas sonrisas idénticas a la que hacías cuando me mirabas con ternura y vuelvo al presente, a ese momento en el que tu me gritas desde el cielo que por ellos debo ser fuerte, y debo concluir el trabajo que tu hacías con tanto amor, guiarnos y darnos lo mejor de tu corazón. Desde este lugar tan triste e incierto te digo gracias MAMÁ.


Un pequeño homenaje a todas las madres: las que están con nosotros y podemos darles un beso. Y las que nos vigilan como ángeles desde el cielo.